jueves, 11 de marzo de 2010

HACIA UN MODELO TEÓRICO EDUCATIVO DE LAS COMPETENCIAS DEL DOCENTE EN EL MANEJO DE LAS CONDUCTAS DISRUPTIVAS EN EL MARCO DE LA TRANSDISCIPLINARIEDAD.

Autora: Doctorante: Maria T. González
Doctorado: URG

La situación de violencia estructural que se vive en la sociedad en el mundo, hace que una enorme cantidad de niños y jóvenes se encuentren en situación de riesgo, romper con este círculo vicioso es difícil para ellos y por el contrario lo que hacen es reproducir la violencia que los victimiza. Esta situación debe transformarse en positivo y debe hacerse de manera urgente siendo la escuela, una de las instituciones que debe impulsar los cambios para lograrlo. Indiscutiblemente es urgente que el docente conozca la importancia de socializar a los alumnos en una cultura de paz donde el alumno resuelva los problemas a través del diálogo, dado que se ha recalcado una estrecha asociación entre problemas de índole escolar como bajo rendimiento escolar y las conductas agresivas, maltrato, acoso, rechazo y otros. Dentro de esta visión ontológica es importante evaluar la concepción de la realidad en cuanto a la formación que tienen los Docentes para el manejo de las conductas disruptivas en los ambientes escolares. Ya que la violencia es una realidad que viven a diario en sus aulas de clases; que obstaculiza los procesos de aprendizajes propios del quehacer educativo. De acuerdo con estos planteamientos; Morin (2005) establece una ontología bastante novedosa, inspirada por recientes descubrimientos en el campo de las ciencias positivas y por la creciente complejidad que exhibe la sociedad actual en sus diferentes niveles y los problemas que existen en las aulas en estos tiempos de crisis. En suma, con ello se pretende reconstruir el saber y mostrar una nueva imagen de la realidad desde los nuevos conceptos y categorías que aporta el paradigma de la complejidad.
Dentro de este marco; La UNESCO, ha estado planteando desde el conocido Informe Delors (1996), la necesidad de repensar la educación en todos los niveles y modalidades, con el propósito de ajustar los proyectos de formación de las instituciones educativas a las cambiantes y complejas necesidades de un mundo cada vez más signado por la turbulencia y la incertidumbre. En base a lo señalado; es necesario generar un modelo teórico educativo donde se defina la complejidad de todos los elementos para la formación del docente en el manejo de las conductas disruptivas en el marco de la transdiciplinariedad.; en el contexto de la Educación secundaria venezolana; es justificable si se contemplan los distintos puntos de vista que se generan en la investigación de forma que desde el contexto de la educación básica se formen individuos con un pleno desarrollo de la personalidad, ciudadanos aptos para la vida en sociedad. Finalmente, este modelo pretende diseñar aportes en lo educativo, ya que se ampliarán teorías desde la complejidad social para formar un docente reflexivo de su praxis y consciente de sus competencias y de las situaciones existentes que se auto plantee soluciones eficaces que vayan más allá de lo que obliga la urgencia de cada momento.





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